Cómo arrancar
a un bestseller toda la verdad sepultada en su interior: un trabajo a
conciencia de Benito Zambrano.
Título original: Pan de
limón con semillas de amapola
Año: 2021
Duración: 116 min.
País: España
Dirección: Benito Zambrano
Guion: Benito Zambrano.
Novela: Cristina Campos
Fotografía: Marc Gómez del
Moral
Reparto: Elia Galera, Eva
Martín, Mariona Pagès, Marilu Marini, Tommy Schlesser, Claudia Faci, Pere
Arquillué, Pep Tosar, Nansi Nsue, Ana Gracia, Hoji Fortuna, Toni Pons Vera,
Joseph Ewonde, Carles Molinet, Luis Dyangani.
El título, muy
propio de los best-sellers, me sonaba a pastelón, y he tardado lo mío
hasta darle una oportunidad, y ello a pesar de ser de un director del que
admiro algunas de sus películas y del que me pareció buenísima la anterior, Intemperie.
La sinopsis, además, sonaba demasiado a «película sororal», esto es, esos
productos pensados y ejecutados con la finalidad de satisfacer al público
lector y espectador dominante: las mujeres. Por todo ello, me abstenía. Comenzamos
a verla, mi Conjunta y yo, y si no pusimos ninguno de los dos cara de fastidio,
fue la señal de que la veríamos hasta el final, como así sucedió.
Adelanto que la
película es un ejercicio de dotar de realismo puro y duro un planteamiento que
suena a novela sentimental insufrible, sin que queden exentos los tópicos de
rigor, porque en el planteamiento novelesco se advierten muchos de ellos. ¿Cómo
se obra el milagro creativo de pasar del tópico al realismo contundente?, porque
son situaciones y conflictos más que dramáticos las que se ventilan en la
historia de las dos hermanas separadas a los catorce años de un modo arbitrario
y que han seguido en la vida caminos muy distintos: la médico responsable y solidaria
que trabaja en África y la burguesita adocenada que, con menos luces que su
hermana y buen palmito, ha cifrado en una boda su ideal de vida, hasta que ambas
existencias, las de las dos hermanas, por razones muy distintas, se desmoronan.
A la primera se le muere una parturienta que, mirándola a los ojos, le pide que
cuide de su hija. La segunda tiene que afrontar una vida de maltrato y,
finalmente, la ruina económica que pretende revertir con la venta de una panadería
heredada no saben las hermanas de quién. Las líneas narrativas pasan por la
vuelta de la hermana y la «investigación» sobre la persona desconocida para
ellas que les ha legado esa panadería. Lo que sucede es que el espectador, que es
lince viejo, sabe con certeza desde esos momentos preliminares de qué va toda
la historia, una de las más viejas del mundo entre amos y criados, y ello le
resta algo de interés a la dilación de las revelaciones, aunque permite
asistir, sin embargo, a la excelentísima actuación, negándose a hablar de Lola,
que así se llamaba la mujer, de Claudia Faci, cuyo personaje regenta la
panadería hasta que las nuevas dueñas le digan cuándo ha de cerrar el negocio.
¡Menuda actuación! A mí me recordó a las clásicas de Lola Gaos, y ya lo digo todo,
aunque con un acento, más catalán que mallorquín, de una veracidad impresionante.
A pesar de ese
conocimiento que estorba algo el visionado, porque el espectador se pregunta
cómo es posible que lo que yo intuyo casi al momento, a los personajes les
cueste tanto dar con ello, y a pesar de cierto esquematismo psicológico, como
la figura sin luces del marido maltratador, a imagen y semejanza del de Solas,
y a pesar del cooperante simpático y buen mozo que es pareja de la
protagonista, que no nos evita, para nuestro sonrojo, alguna situación más
propia del cine usamericano que del nuestro; a pesar de todos esos elementos
propios de una narrativa muy popular, lo que consigue Zambrano, a través,
básicamente, de las interpretaciones de los personajes, es reinstalar lo
dramático donde le corresponde y hacerlo verosímil para cualquier espectador, aunque
está claro que es una historia de mujeres y acaso destinada a las mujeres, como
se ve claramente cuando todas ellas acogen en casa a la niña africana que, tras
muchas dudas y malentendidos, adopta la cooperante. Aunque el melodrama se
cuela en la película, con su fuerza redentora, a través del cáncer de la
hermana arruinada, el tratamiento que le da Zambrano a través de la
impecabilísima actuación de Eva Martín, como hermana mayor de una Elia Galera
que le da la réplica y sabe transmitirnos toda la rabia acumulada durante
tantos años cuando el padre la envió al extranjero para educarse como sus muchas
luces lo exigían, apartándola completamente de la vida familiar y de haber
tenido una relación más estrecha con su hermana y su sobrina, una joven «difícil»
a la que salva de su futura marginación el desarrollo de la historia y el
cáncer de su madre. Sí, no cabe duda de que las actuaciones de todos los
intérpretes son las que consiguen hacer creíble una trama con tantos agujeros
negros de la impostura amenazando con alejarnos de la película. Sucede, milagro
de milagros, todo lo contrario: nos vamos metiendo en esos dramas individuales hasta
que nos acaban «tocando», porque las interpretaciones les dan el relieve exacto
que necesitan para que nosotros lleguemos a la catarsis que toda obra de arte
que se precie ha de conseguir.
Aunque la
tonalidad dominante es la dramática, son innumerables los contrapesos del humor
que nos hacen más amable la visión de la película, y, aunque con ciertos
ribetes tópicos, ahí destaca Marilú Marini, cuyo cruce de pullas con Caudia
Faci, en el nítido registro de la comedia costumbrista hará las delicias de los
espectadores.
La historia
transcurre en Valldemosa, pero no en el seno de una familia catalanoparlante, o
al menos eso se deduce de la película. No obstante, son bien pocos los
exteriores, y suelen centrarse en los alrededores de la panadería y en una cala
majestuosa, Sa Calobra, al norte del Puerto de Sóller, que tendrá una
importante función en el devenir de los acontecimientos, aunque me lo guardo
para que lo descubran, a su debido tiempo, los espectadores.
Soy consciente
de los prejuicios de muchos espectadores hacia el cine español, pero esta
película de Zambrano, no reconocida como debió de haberlo sido, en los Goya, en
los que solo recibió una nominación, una historia potente cuyas actrices
principales son capaces de hacérnosla llegar con una generosidad interpretativa
muy digna de ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario