El cine "trash" o la extralimitación bochornosa de un
supuesto “cine de autor”: Al Pereira vs. the Aligator Ladies o lo incalificable.
Título original: Al Pereira vs. the Alligator Ladies
Año: 2012
Duración: 81 min.
País: España
Director: Jess Franco)
Guion: Jesús Franco, Antonio Mayans
Música: Pablo Villa
Fotografía: Fernando Barranquero
Reparto: Antonio Mayans, Irene
Verdú, Carmen Montes, Paula Davis,
Luisje Moyano, Naxo Fiol, Mariví
Carrillo, Maria José, Jesús Franco,
Nestora Robles, Fernando Barranquero.
No puedo olvidar que
Jesús/Jess Franco fue el director de Tenemos
18 años, una película con una Terele Pávez esplendorosa, un Antonio Ozores
apuntando ya su humor del absurdo, y en su conjunto, un auténtico documento
intrahistórico sobre la juventud de finales de los 50. De ahí en adelante, sin
embargo, Jesús Franco, con sus numerosos alias, ha construido un mundo subfílmico especializado en la
producción B con una temática de porno soft,
terror y algún toque de thriller, sin
excusar algún western y otras rarezas, que, con más de doscientas
películas a sus espaldas lo convierten en un fenómeno singularísimo del cine
español. Esto, porque resulta difícil
encontrar algo más definitorio que el neutro, sin querer entrar en el terreno
de les descalificativos, es “una de las suyas”, podríamos decir, pero rodada
con el director en silla de ruedas, próximo a su fallecimiento y sin que esas
circunstancias puedan contribuir a definirla como “testamento cinematográfico”
del autor, porque, salvo ciertos planos originales, como el del número erótico
de la interviniente (también cuesta hablar de actrices propiamente dichas en
este caso) ante el espejo, con un juego de profundidad que coloca en el plano
una tercio del director y actuando como si estuviera fuera de él al
protagonista, ese Al Pereira (también cuesta hablar de actor en este caso)
ideado en clave de no sé qué mundo personal del autor según el cual era un
detective privado disoluto y ahora, en esta novela no testamentaria se ha
convertido en campeón de la moral. La película, como puede advertirse por lo
dicho, no tiene ni pies ni cabeza, pero sí muchos culos, coños y tetas que
bailan una coreografía aburrida y asexual capaz de hartar a cualquiera. Jordi
Costa, ¡el gran Jordi Costa!, estudioso del fenómeno friqui, hasta es capaz de
hablar de la deconstrucción del lenguaje
cinematográfico que lleva a cabo Franco… Supongo que, desde su sabiduría
crítica, es lo más apropiado para no herir ninguna susceptibilidad ni
reputación ni mucho menos amargarle la vida a un agonizante, claro, pero esto ni siquiera por el lado de la deconstrucción
hay por dónde cogerlo. Me ha costado horrores acabar de verla entera, lo
reconozco, pero no me he ahorrado ningún
plano, aunque algunas coreografías antieróticas, también lo reconozco,
las he pasado a cámara rápida, que es, así entre nosotros, como suelo ver los
partidos de fútbol grabados: se ven en un periquete y te ahorras esos
interminables tiempos muertos de la circulación horizontal del cuero. En cuanto
aparecían las líneas de un guion inexistente, ahí estaba yo, tratando de
identificar, en ese sonido tan directo como sucio, qué de inteligible había en
lo dicho. Bien, tampoco quiero excederme
con esto, porque les recomiendo
vivamente que se abstengan de someterse al pequeño calvario al que yo me he
sometido, abducido por un título, Al
Pereira vs. The Alligator Ladies que, como el de las mujeres gato en la
luna, es lo mejor de la película. Leyendo sobre Franco he descubierto que su
habilidad para los títulos/trampa tiene poco parangón en la industria
cinematográfica. Recuerda al de algunos títulos de novela que en su día fueron
capaces de multiplicar las ventas insospechadamente, dada la nula calidad del
producto. Un ejemplo: Monólogo de una
mujer fría. De Manuel Halcón. En fin, descanse en paz, el uncle Jess.
No he visto ninguna película de Jess Franco pero ha sido un personaje que me ha intrigado pues era cierta su pasión por el cine. Seguro que en la cinematografía americana hubiera encontrado algún lugar por siniestro que hubiera sido. No puedo juzgar esta película que a tenor de tu comentario es pésima. Me fío de ti. No pienso verla. Pero me imagino a Jess Franco en silla de ruedas como John Huston rodando Los muertos y vislumbro una pasión igual pero disímil talento. El talento es el más injusto de los dones. ¿Por qué ser Jess Franco o John Huston? Hay una injusticia pero la pasión es la misma. A mí me hubiera gustado escribir como Steinbeck pero no soy Steinbeck. Entiendo y comprendo a Jess Franco y su pasión por el cine de autor, aunque él no fuera un genio, eso está claro.
ResponderEliminarA alguien tan avezado como tú, observador del mundo del cine, no tiene que serle novedad mi interés por la serie The Young Pope de Paolo Sorrentino de la que se han hecho diez episodios, que están en la cadena HBO que da un mes gratis para ver de sobra la primera temporada entera. Digna de verse. Yo me quedo con la intriga después de ver la primera tira. Puro Paolo Sorrentino. Ahora a esperar la continuación. Uf.
ResponderEliminarPaolo Sorrentino habrá sabido estar a la altura de su propio prestigio, y aunque el tema no me atraiga mucho, no descarto que pueda llegar a acabar viéndola. La película de Moretti me defraudó bastante, aunque no tiene nada que ver su acercamiento al papado con el de esta serie. Gracias por la sugerencia.
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