viernes, 6 de marzo de 2020

«Go West, Young lady», de Frank R. Strayer, un western cómico y musical excelente.



Una insospechada actuación cómica de Glenn Ford junto al arte excepcional de Ann Miller en un western cómico-musical muy entretenido.

Título original:  Go West, Young Lady
Año: 1941
Duración: 70 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Frank R. Strayer
Guion: Richard Flournoy, Karen DeWolf (undefined: Karen DeWolf )
Música: John Leipold
Fotografía: Henry Freulich (B&W)
Reparto: Penny Singleton, Glenn Ford, Ann Miller, Charles Ruggles, Allen Jenkins, Jed Prouty, Onslow Stevens, Bob Wills, Edith Meiser, Chief Many Treaties, Glenn Strange.

No sé si mi costumbre de ver películas mientras corro en el tapiz rodante tiene que ver con algún descenso en ni espíritu crítico, como si me relajara y estuviera dispuesto a verle bondades a casi cualquier película, pero he de reconocer que esta desconocido western, en su variante de comedia, me ha hecho pasar un rato estupendo, a lo que contribuye decisivamente la actuación de un jovencísimo Glenn Ford de 25 años, cuya vis cómica tiene una efectividad que no me hubiera imaginado, porque tampoco es un actor por el que sienta especial predilección, aunque reconozco su extraordinario nivel de calidad.
La película, de un metraje muy ajustado, que impide andarse por las ramas o desviarse en secuencias de relleno, tiene un arranque estupendo con ambos protagonistas, Ford y Penny Singleton metidos en la caravana que los lleva al pueblo, a una como sobrina del dueño del Saloon, al otro como nuevo sheriff del pueblo. El ataque de los indios, resuelto con tanto humor como excelente brío en las secuencias de acoso y derribo, según de qué lado se dispare nos preparan para una acción que va a centrarse en el acoso de una banda de maleantes para hacerse con la riqueza y el poder de un pueblo en el que el dueño del Saloon y café cantante tiene un protagonismo especial. La película ha de considerarse un musical por los muchos números, todos ellos de mucha calidad, que animan el desarrollo e la historia. ¡Ojo!, porque el gran peso de ese apartado musical recae en una singular bailarina, especialista en claqué, Ann Miller, cuya calidad deja boquiabierto al espectador. Pocas mujeres en la historia del musical han bailado el  también llamado tap dance . El numero en que exhibe sus cualidades en la barra del Saloon es maravilloso. Para un aficionado al western, la comedia y el musical, ¡ninguna película más entretenida que esta para correr 10 kilometros disfrutando de la lindo! La parte musical de la película se completa con un número de música country con un sabor genuino de ese estilo musical, y puedo asegurar que a quien sea aficionado a él va a disfrutar en grande. Cuenta, además, con una banda sonora de Saul Chaplin, quien fue excelente arreglista de grandes éxitos del cine musical como Siete novias para siete hermanos, West Side Story o Un americano en París.
La película arranca con un conflicto sexual de primera magnitud, porque el padre de la protagonista, que quería un hijo a toda costa, decidió llamar Bill a su hija, en vez del Belinda con que fue bautizada.  Con todo, el padre la enseñó a disparar y otras artes de defensa que acabará luciendo a lo largo de la historia, porque es muy de señalar la excelente pelea entre las dos mujeres de la historia, ella y la cantante estrella del Saloon, una vez que se ha descubierto la trama del doble juego de uno de los "prohombres" de la localidad. El inevitable enamoramiento de los dos jóvenes, que arranca del momento de su defensa contra los indios en la caravana y por el decidido empeño de él en casarse con ella, va a tener unos divertidos lances que irán aplazando el momento del sí hasta prácticamente el final de la película.
De verdad, jamás había visto una actuación tan divertida de Glenn Ford, un punto histriónica y como de comedia screwball, un género en el que nadie podía competir con Cary Grant, aunque en esta me lo recordó en varios momentos, aunque manteniendo siempre su excelente singularidad interpretativa. Con todo, la narración está muy bien planteada y permite seguir sus alternativas con total interés por el desenlace de la trama. Nada se aparta de los trillados caminos de las habituales obras del género, pero la vertiente cómica que se entremezcla con el fondo serio de la historia le proporciona a la película un interés inusitado. Supongo que la película no ha sido estrenada en España, porque me ha sido imposible encontrar siquiera una traducción del título, pero les aseguro a los posibles espectadores que el festivo espíritu con que ha sido dirigida e interpretada esta comedia no les dejará indiferentes. ¡Espero! Un último dato, la protagonista Penny Singleton fue famosa en Usamérica por las 28 películas en que encarnó a Blondie, un persona de cómic, casi todas ellas dirigidas por el dignísimo «artesano» Frank R, Strayer, y en una de las cuales volvieron a coincidir Ford y ella. Lo dicho, que la disfruten.

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