lunes, 27 de enero de 2025

«Made in England», de David Hinton (y, sin duda, Martin Scorsese…).

 


Martin Scorsese rinde tributo a dos genios del cine inglés: Michael Powell y Emeric Pressburger, The Archers

 

Título original: Made in England: The Films of Powell and Pressburger

Año: 2024

Duración: 131 min.

País: Reino Unido

Dirección: David Hinton

Reparto: Martin Scorsese; Thelma Scgoonmaker; Michael Powell; Emeric Pressburger.

Música: Adrian Johnston

Fotografía: Ronan Killeen.

 

          Todo el mundo conoce o ha oído hablar de Martin Scorsese, pero pocos aficionados al cine que no sean especialistas o particularmente cinéfilos habrán oído hablar de The Archers, esto es, Michael Powell y Emeric Pressburger, dos cineastas, uno húngaro exiliado, posteriormente nacionalizado inglés y el otro inglés, quienes se conocieron a través del productor Alexander Korda. La colaboración entre ambos, desde 1939 hasta 1972, ha dejado no pocas películas que son consideradas auténticas joyas del séptimo arte, y cada cual tiene sus gustos al respecto, pero nadie discute que Las zapatillas rojas, Narciso Negro o Los cuentos de Hoffman son obras de arte incomparables.

          Este documental tiene como presentador, aunque en este caso bien podría hablarse de «conductor», sin el sentido del anglicismo, porque Scorsese nos lleva montados en sus ojos y sus recuerdos en un viaje maravilloso a través de la accidentada historia de estos dos creadores que arrancan su colaboración, antes de formar The Archers, con un Oscar al mejor guion por Los invasores, dirigida en 1941 como parte del esfuerzo propagandístico de la
Segunda Guerra Mundial. Curiosamente, el nieto de Pressburger, Kevin Macdonald, consiguió un Oscar por su película El último rey de Escocia. Bueno, a lo nuestro, decía que Martin Scorsese nos habla de su infancia ante el televisor y del poderosísimo efecto imaginativo y estético que le produjo la contemplación de las producciones de The Archers, cuya vibrante flecha en el blanco de la diana, el logo que precedía a los títulos de crédito en sus obras,  auguraba un intenso placer. Con enorme sabiduría, la propia de uno de los mejores directores del siglo XX y de este XXI recién iniciado, Scorsese, apoyado por un magnífico despliegue de fragmentos de las películas del dúo, pasará revista no solo a lo que de magistral hay en la realización de sus películas, sino, también, a la no siempre fácil historia de ambos cineastas para sacar adelante sus proyectos, e incluso de la marginación que sufrieron durante no pocos años en los que no encontraban financiación para unos rodajes complejos, caros y espectaculares, como se aprecia en Las zapatillas rojas y en Los cuentos de Hoffman, películas en las que el cine se alía con la música y la danza para crear un espectáculo total al que solo le faltaría la voz de la ópera para serlo. El dúo, sin embargo, tocó géneros muy diversos y tienen películas de un carácter íntimo o «de cámara» en las que brillan intensamente sus cualidades, tanto en el guion como en la realización.

          El documental no solo repasa la obra de ambos cineastas, con una interpretación crítica magnífica de Scorsese, sino que incluye grabaciones de ambos autores, entrevistas y otros reportajes a propósito de estrenos, homenajes, etc. ¿Cómo se ha conseguido ese material? Muy sencillo, cuando a ambos les es imposible rodar por falta de financiación, Powell se casa con la montadora habitual de las películas de Scorsese y se va a vivir a Nueva York, donde acaba estrechando una relación muy fructífera con el joven director usamericano, quien cuenta en sus rodajes con la presencia habitual del director británico, con quien consulta no pocos extremos de su actividad. No es de extrañar, pues, que, con el recuerdo que tiene Scorsese de sus visionados juveniles de las obras del dúo,  pensara alguna vez en rendirles el homenaje que ambos se merecen. Y este ha sido el documental que nos cuenta una historias de afecto y admiración entre artistas, todo ello hecho desde la humildad de quien, aun siendo quien es, se rinde ante el genio de la pareja inglesa, de ahí el título del documental: Made in England, como queriendo dar a entender que se trata de un cine inequívoca y artesanalmente británico, algo que es necesario explicarle al público usamericano, porque los aficionados tenemos la suerte de saber que cada país, incluso por poco que pueda representar en el mundo total de la cinematografía, ha producido y realizado películas con una fuerte señal de identidad que las convierte en cinematografías dignas de ser exploradas: pongamos, por caso, el cine japonés, o el francés… Lo importante, al cabo, es lo que de universal hay en todas esas películas que descubrimos en las cinematografías ajenas, pero no lejanas, porque solo reflejando en el cine lo próximo ensanchamos las fronteras de esas historias.

          Si será convincente la exposición crítica de Scorsese, y si será «encantador» Michael Powell, quien parece más un elfo que una persona, que me he hecho el firme propósito de dedicarle un especial crítico a toda su obra. Y siempre con el recuerdo estremecedor de una película de terror psicológico que me clavó en la butaca a mis diecisiete años, El fotógrafo del pánico, una experiencia muy parecida a la sufrida al ver Repulsión, de Polanski, dos años antes. Las zapatillas rojas ya la tenía como un peliculón mayúsculo, del mismo modo que me fascinó Sé a dónde voy, pero voy a aprovechar para ver cuantas hay en Filmin y rendirles, a mi modesta manera, mi propio homenaje. De momento he visto Narciso negro, ¡una maravilla!; Corazón salvaje, en la versión europea, no en la amañada por O’ Selznick, que quedó disconforme con la versión de los autores, y estoy a punto de acabar la Vida y muerte del coronel Blimp, que me recuerda mucho Las maniobras del amor, de René Clair, quien, muy probablemente, viera con interés y provecho la del famoso dúo.

          Estoy convencido de que nadie que vea este documental podrá frenar la súbita necesidad de descubrir, si no las conoce, algunas obras de estos autores o, si ya los conoce, de revisitar películas inolvidables o aprovechar para ver esas que tanto tienen de desconocidas, como Su peor enemigo, que estoy deseando descubrir…

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario